Los estudios señalan que cuánto más motivado y comprometido esté el empleado con la empresa, mayor será su rendimiento. Esto es una win-win situation. Es decir, el empleado se beneficia de esto, ya que se siente parte de la empresa, le agrada su trabajo y se proyecta en su futuro laboral y la misma empresa se beneficia, ya que sus empleados quieren trabajar en y a favor de la empresa.

 

Muchas veces, sin embargo, la situación no es tan ideal: los empleados se desmotivan y no es fácil motivarles, ya que a no todos se les motiva por igual, ni a una misma persona le motiva lo mismo en diversos momentos en su vida laboral: es decir, no es lo mismo motivar a un empleado recién incorporado a la empresa, que a una persona que lleva años en el mismo puesto de trabajo. Las estrategias de motivación han de ser personalizadas y flexibles. 

 

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